jueves, 27 de julio de 2023

POETAS ROMÁNTICOS - Semana Cinco

 INFORME DE LECTURA PARA LOS GRADOS 8-9-10-11

GRADO OCTAVO

NOTA: El presente informe consta de dos partes: la primera corresponde a la sustentación de los capítulos de "María", de Jorge Isaacs.  Por tanto, se debe responder en hojas de block.

La segunda parte del informe debe desarrollarse en su cuaderno de Lengua Castellana

PRIMERA PARTE: "La María"

Responda las siguientes preguntas con base en la información estudiada en la clase sobre El Romanticismo y "María"

1. Realice un resumen, con sus propias palabras de los capítulos de "María", que fueron publicados la semana anterior.

2. Explique los momentos más importantes o destacados de cada capítulo.

3. Mencione los personajes que intervienen en cada capítulo y su función en la obra.

4. Explique cómo le pareció cada capítulo y su razón.

5. Organice en orden alfabético las siguientes palabras y luego, consulte sus significados:

Yerta, ungir, postrer, apear trémula, agasajo, gemidos, bujía, balbucir, vadear, víspera, velada, sollozos, vago, pesares, guijarro, vega, soler, aposento, dique, lozanía, exhalar, prescripción, infructuoso, trance, espirar.

NOTA:  Esta primera parte se debe entregar el primer día de clase de Lengua Castellana.

SEGUNDA PARTE: "Poesía Romántica"

Consulte el siguiente link y transcriba la información que se le solicita:

https://revistadiners.com.co/cultura/arte-y-libros/56278_poemas-de-julio-florez/

1. Transcriba la pequeña biografía de Julio Flórez.

2. Transcriba los siguientes poemas: Gotas de Ajeno y  Todo nos llega tarde.

NOTA: Esta segunda parte, debe ser realizada en el cuaderno.


GRADO NOVENO

Consulte el siguiente link y transcriba la información que se le solicita:

https://www.culturagenial.com/es/poemas-de-amor-de-autores-latinoamericanos/

Por favor, transcriba en su cuaderno de Lengua Castellana, los siguietes poemas:

1. Me gustas cuando callas

2. Dos palabras

3. Me tienes en tus manos


GRADO DÉCIMO

Consulte el tema que va a exponer y prepárelo para nuestra próxima clase.  Tener en cuenta que hay estudiantes que todavía no han entregado el trabajo de la exposición.

GRADO UNDÉCIMO

Repase los dos últimos informes presentados durante este tercer período.

NOTA FINAL: Si tienen alguna duda, por favor, me buscan en el colegio y la resolvemos.

viernes, 21 de julio de 2023

AUTORES DEL ROMANTICISMO - Semana Cuatro -

 INFORME DE LECTURA PARA LOS GRADOS 8-9-10-11

GRADO OCTAVO

Leer los siguientes capítulos del libro "MARÍA", de Jorge Isaacs

(Por favor, tenga en cuenta que sólo debe leer estos capítulos y en clase se hará la sustentación). Si lo desea puede imprimir estos capítulos.

CAPÍTULO I

Era yo niño aún cuando me alejaron de la casa paterna para que diera principio a mis estudios en el colegio del doctor Lorenzo María Lleras, establecido en Bogotá hacía pocos años, y famoso en toda la República por aquel tiempo.

En la noche víspera de mi viaje, después de la velada, entró a mi cuarto una de mis hermanas, y sin decirme una sola palabra cariñosa, porque los sollozos le embargaban la voz, cortó de mi cabeza unos cabellos: cuando salió, habían rodado por mi cuello algunas lágrimas suyas.

Me dormí llorando y experimenté como un vago presentimiento de muchos pesares que debía sufrir después. Esos cabellos quitados a una cabeza infantil; aquella precaución del amor contra la muerte delante de tanta vida, hicieron que durante el sueño vagase mi alma por todos los sitios donde había pasado, sin comprenderlo, las horas más felices de mi existencia.

A la mañana siguiente mi padre desató de mi cabeza, humedecida por tantas lágrimas, los brazos de mi madre. Mis hermanas al decirme sus adioses las enjugaron con besos. María esperó humildemente su turno, y balbuciendo su despedida, juntó su mejilla sonrosada a la mía, helada por la primera sensación de dolor.

Pocos momentos después seguí a mi padre, que ocultaba el rostro a mis miradas. Las pisadas de nuestros caballos en el sendero guijarroso ahogaban mis últimos sollozos. El rumor del Sabaletas, cuyas vegas quedaban a nuestra derecha, se aminoraba por instantes. Dábamos ya la vuelta a una de las colinas de la vereda en las que solían divisarse desde la casa viajeros deseados; volví la vista hacia ella buscando uno de tantos seres queridos: María estaba bajo las enredaderas que adornaban las ventanas del aposento de mi madre.


CAPÍTULO LXII

Tres semanas habían corrido desde mi regreso, durante las cuales me detuvieron a su lado Emma y mi madre aconsejadas por el médico y disculpando su tenacidad con el mal estado de mi salud.

¡Los días y las noches de dos meses habían pasado sobre su tumba y mis labios no habían murmurado una oración sobre ella! Sentíame aún sin la fuerza necesaria para visitar la abandonada mansión de nuestros amores, para mirar ese sepulcro que a mis ojos la escondía y la negaba a mis brazos. Pero en aquellos sitios debía esperarme ella: allí estaban los tristes presentes de su despedida para mí que no había volado a recibir su último adiós y su primer beso antes que la muerte helara sus labios.

Emma fue exprimiendo lentamente en mi corazón toda la amargura de las postreras confidencias de María para mí. Así, recomendada para romper el dique de mis lágrimas, no tuvo más tarde cómo enjugarlas, y mezclando las suyas a las mías pasaron esas horas dolorosas y lentas.

En la mañana que siguió a la tarde en que María me escribió su última carta, Emma después de haberla buscado inútilmente en su alcoba, la halló sentada en el banco de piedra del jardín: dejábase ver lo que había llorado: sus ojos fijos en la corriente y agrandados por la sombra que los circundaba, humedecían aún con algunas lágrimas despaciosas aquellas mejillas pálidas y enflaquecidas, antes tan llenas de gracia y lozanía: exhalaba sollozos ya débiles, ecos de otros en que su dolor se había desahogado.

-¿Por qué has venido sola hoy? -le preguntó Emma abrazándola-: yo quería acompañarte como ayer.

-Sí -le respondió-; lo sabía; pero deseaba venir sola: creí que tendría fuerzas. Ayúdame a andar.

Se apoyó en el brazo de Emma y se dirigió al rosal de enfrente a mi ventana. Luego que estuvieron cerca de él, María lo contempló casi sonriente, y quitándole las dos rosas más frescas, dijo:

-Tal vez serán las últimas. Mira cuántos botones tiene: tú le pondrás a la Virgen los más hermosos que vayan abriendo.

Acercando a su mejilla la rama más florecida, añadió:

-¡Adiós, rosal mío, emblema querido de su constancia! Tú le dirás que lo cuidé mientras pude -dijo volviéndose a Emma, que lloraba con ella.

Mi hermana quiso sacarla del jardín diciéndole:

-¿Por qué te entristeces así? ¿No ha convenido papá en demorar nuestro viaje? Volveremos todos los días. ¿No es verdad que te sientes mejor?

-Estémonos todavía aquí -le respondió acercándose lentamente a la ventana de mi cuarto-: la estuvo mirando olvidada de Emma, y se inclinó después a desprender todas las azucenas de su mata predilecta, diciendo a mi hermana-: Dile que nunca dejó de florecer. Ahora sí vámonos.

Volvió a detenerse en la orilla del arroyo, y mirando en torno suyo apoyó la frente en el seno de Emma murmurando:

-¡Yo no quiero morirme sin volver a verlo aquí!

Durante el día se la vio más triste y silenciosa que de costumbre. Por la tarde estuvo en mi cuarto y dejó en el florero, unidas con algunas hebras de sus cabellos, las azucenas que había cogido por la mañana; y allí fue Emma a buscarla cuando ya había oscurecido. Estaba de codos en la ventana, y los bucles desordenados de la cabellera casi le ocultaban el rostro.

-María -le dijo Emma después de haberla mirado en silencio unos momentos-, ¿no te hará mal este viento de la noche?

Ella, sorprendida al principio, le respondió tomándole una mano, atrayéndola a sí y haciendo que se sentase a su lado en el sofá:

-Ya nada puede hacerme mal.

-¿No quieres que vayamos al oratorio?

-Ahora no: deseo estarme aquí todavía; tengo que decirte tantas cosas ...

-¿No hay tiempo para que me las digas en otra parte? Tú, tan obediente a las prescripciones del doctor, vas así a hacer infructuosos todos sus cuidados y los nuestros: hace dos días que no eres ya dócil como antes.

-Es que no saben que voy a morirme -respondió abrazando a Emma y sollozando contra su pecho.

-¿Morirte? ¿morirte cuando Efraín va a llegar? ...

-Sin verlo otra vez, sin decirle ... moriré sin poderlo esperar. Esto es espantoso -agregó estremeciéndose después de una pausa-, pero es cierto: nunca los síntomas del acceso han sido como los que hoy estoy sintiendo. Yo necesito que lo sepas todo antes que me sea imposible decírtelo. Oye: quiero dejarle cuanto yo poseo y le ha sido amable. Pondrás en el cofrecito en que tengo sus cartas y las flores secas, este guardapelo donde están sus cabellos y los de mi madre; esta sortija que me puso en vísperas de su viaje; y en mi delantal azul envolverás mis trenzas ... No te aflijas así -continuó acercando su mejilla fría a la de mi hermana-: yo no podría ya ser su esposa ... Dios quiere librarlo del dolor de hallarme como estoy, del trance de verme espirar. ¡Ay! yo podría morirme conforme dándole mi último adiós. Estréchalo por mí en tus brazos y dile que en vano luché por no abandonarlo ... que me espantaba más su soledad que la muerte misma, y ...

María dejó de hablar y temblaba en los brazos de Emma; cubrióla ésta de besos y sus labios la hallaron yerta; llamóla y no respondió; dio voces y ocurrieron en su auxilio.

Todos los esfuerzos del médico fueron infructuosos para volverla del acceso, y en la mañana del siguiente día se declaró impotente para salvarla.

El anciano cura de la parroquia ocurrió a las doce al llamamiento que se le hizo.

Frente al lecho de María se colocó en una mesa adornada con las más bellas flores del jardín, el crucifijo del oratorio, y lo alumbraban dos cirios benditos. De rodillas ante aquel altar humilde y perfumado oró el sacerdote durante una hora; y al levantarse, le entregó uno de los cirios a mi padre y otro a Mayn para acercarse con ellos al lecho de la moribunda. Mi madre y mis hermanas, Luisa, sus hijas y algunas esclavas se arrodillaron para presenciar la ceremonia. El ministro pronunció estas palabras al oído de María:

-Hija mía, Dios viene a visitarte: ¿quieres recibirlo?

Ella continuó muda e inmóvil como si durmiese profundamente. El sacerdote miró a Mayn, quien, comprendiendo al instante esa mirada, tomó el pulso a María, diciendo en seguida en voz baja:

-Cuatro horas lo menos.

El sacerdote la bendijo y la ungió. Los sollozos de mi madre, mis hermanas y las hijas del montañés acompañaron la oración.

Una hora después de la ceremonia, Juan se había acercado al lecho y se empinaba para alcanzar a ver a María, llorando porque no lo subían. Tomólo mi madre en sus brazos y lo sentó en el lecho.

-¿Está dormida, no? -preguntó el inocente reclinando la cabeza en el mismo almohadón en que descansaba la de María, y tomándole en sus manitas una de las trenzas como lo acostumbraba para dormirse.

Mi padre interrumpió esa escena que agotaba las fuerzas de mi madre y los asistentes presenciaban contristados.

A las cinco de la tarde, Mayn, que permanecía a la cabecera pulsando constantemente a María, se puso en pie, y sus ojos humedecidos dejaron comprender a mi padre que había terminado la agonía. Sus sollozos hicieron que Emma y mi madre se precipitasen sobre el lecho. Estaba como dormida; pero dormida para siempre ... ¡muerta! ¡sin que mis labios hubiesen aspirado su postrer aliento, sin que mis oídos hubiesen escuchado su último adiós, sin que algunas de tantas lágrimas vertidas por mí después sobre su sepulcro, hubiesen caído sobre su frente!

Cuando mi madre se convenció de que María había muerto, ante su cadáver, bañado de la luz de los arreboles de la tarde que penetraba en la estancia por una ventana que acababan de abrir, exclamó con voz enronquecida por el llanto besando una de esas manos ya fría e insensible:

-¡María! ... ¡hija de mi corazón! ... ¿por qué nos dejas así? ... ¡Ay! ya nunca más podrás oírme ... ¿Qué responderé a mi hijo cuando me pregunte por ti? ¿Qué hará, Dios mío? ... ¡Muerta! ¡muerta sin haber exhalado una queja!

Ya en el oratorio, sobre una mesa enlutada, vestida de gro blanco y recostada en el ataúd, mostraba en su rostro algo de sublime resignación. La luz de los cirios brillando en su frente tersa y sobre sus anchos párpados, proyectaba la sombra de las pestañas sobre las mejillas: aquellos labios pálidos parecían haberse helado cuando intentaban sonreír; podía creerse que alentaba aún. Sombreábanle la garganta las trenzas medio envueltas en una toca de gasa blanca, y entre las manos, descansándole sobre el pecho, sostenía un crucifijo.

Así la vio Emma a las tres de la madrugada, al acercarse a cumplir el más terrible encargo de María.

El sacerdote estaba orando, de rodillas al pie del ataúd. La brisa de la noche, perfumada de rosas y azahares, agitaba las llamas de los cirios, gastados ya.

-Creí -decíame Emma-, que al cortar la primera trenza iba a mirarme tan dulcemente como solía si reclinada la cabeza en mi falda, le peinaba yo los cabellos. Púselas al pie de la imagen de la Virgen y por última vez le besé las mejillas ... Cuando desperté dos horas después ... ¡ya no estaba allí!

Braulio, José y cuatro peones más condujeron al pueblo el cadáver, cruzando esas llanuras y descansando bajo aquellos bosques por donde en una mañana feliz, pasó María a mi lado amante y amada, el día del matrimonio de Tránsito. Mi padre y el cura seguían paso ante paso el humilde convoy ... ¡ay de mí! ¡humilde y silencioso como el de Nay!

Mi padre regresó al medio día lentamente y ya solo. Al apearse hizo esfuerzos inútiles para sofocar los sollozos que lo ahogaban. Sentado en el salón, en medio de Emma y mi madre y rodeado de los niños que aguardaban en vano sus caricias, dio rienda a su dolor, haciéndose necesario que mi madre procurase darle una conformidad que ella misma no podía tener.

-Yo -decía él-, yo autor de ese viaje maldecido, ¡la he muerto! Si Salomón pudiera venir a pedirme su hija, ¿qué habría yo de decirle? ... y Efraín ... y Efraín ... ¡Ah! ¿para qué lo he llamado? ¿Así le cumpliré mis promesas?

Aquella tarde dejaron la hacienda de la sierra para ir a pernoctar en la del valle, de donde debían emprender al día siguiente viaje a la ciudad.

Braulio y Tránsito convinieron en habitar la casa para cuidar de ella durante la ausencia de la familia.

CAPÍTULO XLIII

Dos meses después de la muerte de María, el diez de setiembre, oía yo a Emma el final de aquella relación que ella retardó el mayor tiempo que le fue posible. Era de noche ya y Juan dormía sobre mis rodillas, costumbre que había contraído desde mi regreso, porque acaso adivinaba instintivamente que yo procuraba reemplazarle en parte el amor y los maternales cuidados de María.

Emma me entregó la llave del armario en que estaban guardados, en la casa de la sierra, los vestidos de María y todo aquello que más especialmente había ella recomendado se guardara para mí.

A la madrugada del día que siguió a esa noche, me puse en camino para Santa R., en donde hacía dos semanas que permanecía mi padre, después de haber dejado prevenido todo lo necesario para mi regreso a Europa, el cual debía emprender el dieciocho de aquel mes.

El doce a las cuatro de la tarde me despedí de mi padre, a quien había hecho creer que deseaba pasar la noche en la hacienda de Carlos, para de esa manera estar más temprano en Cali al día siguiente. Cuando abracé a mi padre, tenía él en las manos un paquete sellado, y entregándomelo me dijo:

-A Kingston: contiene la última voluntad de Salomón y la dote de su hija. Si mi interés por ti -agregó con voz que la emoción hacía trémula- me hizo alejarte de ella y precipitar tal vez su muerte ... tú sabrás disculparme ... ¿Quién debe hacerlo si no eres tú?

Oído que hubo la respuesta que profundamente conmovido di a esa excusa paternal tan tierna como humildemente dada, me estrechó de nuevo entre sus brazos. ¡Aún persiste en mi oído su acento al pronunciar aquel adiós!

Saliendo a la llanura de ... después de haber vadeado el Amaime, esperé a Juan Ángel para indicarle que tomase el camino de la sierra. Miróme como asustado con la orden que recibía; pero viéndome doblar hacia la derecha, me siguió tan de cerca como le fue posible, y poco después lo perdí de vista.

Ya empezaba a oír el ruido de las corrientes del Sabaletas; divisaba las copas de los sauces. Detúveme en la asomada de la colina. Dos años antes, en una tarde como aquélla, que entonces armonizaba con mi felicidad y ahora era indiferente a mi dolor, había divisado desde allí mismo las luces de ese hogar donde con amorosa ansiedad era esperado. María estaba allí ... Ya esa casa cerrada y sus contornos solitarios y silenciosos: ¡entonces el amor que nacía y ya el amor sin esperanza! Allí, a pocos pasos del sendero que la grama empezaba a borrar, veía la ancha piedra que nos sirvió de asiento tantas veces en aquellas felices tardes de lectura. Estaba al fin inmediato al huerto confidente de mis amores: las palomas y los tordos aleteaban piando y gimiendo en los follajes de los naranjos: el viento arrastraba hojas secas sobre el empedrado de la gradería.

Salté del caballo abandonándolo a su voluntad, y sin fuerza ni voz para llamar, me senté en uno de esos escalones desde donde tantas veces su voz agasajadora y sus ojos amantes me dijeron adioses.

Rato después, casi de noche ya, sentí pasos cerca de mí: era una anciana esclava que habiendo visto mi caballo suelto en el pesebre, salía a saber quién era su dueño. Seguíale trabajosamente Mayo: la vista de ese animal, amigo de mi niñez, cariñoso compañero de mis días de felicidad, arrancó gemidos a mi pecho: presentándome la cabeza para recibir un agasajo, lamía el polvo de mis botas, y sentándose a mis pies, aulló dolorosamente.

La esclava trajo las llaves de la casa y al mismo tiempo me avisó que Braulio y Tránsito estaban en la montaña. Entré al salón, y dando algunos pasos en él sin que mis ojos nublados pudiesen distinguir los objetos, caí en el sofá donde con ella me había sentado siempre, donde por vez primera le hablé de mi amor.

Cuando levanté el rostro, me rodeaba una completa oscuridad. Abrí la puerta del aposento de mi madre, y mis espuelas resonaron lúgubremente en aquel recinto frío y oloroso a tumba. Entonces una fuerza nueva en mi dolor me hizo precipitar al oratorio. Iba a pedírsela a Dios ... ¡ni él podía querer ya devolvérmela en la tierra! Iba a buscarla allí donde mis brazos la habían estrechado, donde por vez primera mis labios descansaron sobre su frente ... La luz de la luna que se levantaba, penetrando por la celosía entreabierta, me dejó ver lo único que debía encontrar: el paño fúnebre medio rodado de la mesa donde su ataúd descansó: los restos de los cirios que habían alumbrado el túmulo ... ¡el silencio sordo a mis gemidos, la eternidad muda ante mi dolor!

Vi luz en el aposento de mi madre: era que Juan Ángel acababa de poner una bujía en una de las mesas; la tomé mandándole con un ademán que me dejase solo, y me dirigí a la alcoba de María. Algo de sus perfumes había allí ... Velando las últimas prendas de su amor, su espíritu debía estarme esperando. El crucifijo aún sobre la mesa: las flores marchitas sobre su peaña: el lecho donde había muerto, desmantelado ya: teñidas todavía algunas copas con las últimas pociones que le habían dado. Abrí el armario: todos los aromas de los días de nuestro amor, se exhalaron combinados de él. Mis manos y mis labios palparon aquellos vestidos tan conocidos para mí. Halé el cajón que Emma me había indicado; el cofre precioso estaba allí. Un grito se escapó de mi pecho, y una sombra me cubrió los ojos al desenrollarse entre mis manos aquellas trenzas que parecían sensibles a mis besos.

Una hora después ... ¡Dios mío! tú lo sabes. Yo había recorrido el huerto llamándola, pidiéndosela a los follajes que nos habían dado sombra, y al desierto que en sus ecos solamente me devolvía su nombre. A la orilla del abismo cubierto por los rosales, en cuyo fondo informe y oscuro blanqueaban las nieblas y tronaba el río, un pensamiento criminal estancó por un instante mis lágrimas y enfrió mi frente ...

Una persona de quien me ocultaban los rosales, pronunció mi nombre cerca de mí: era Tránsito. Al aproximárseme debió producirle espanto mi rostro, pues por unos momentos permaneció asombrada. La respuesta que di a la súplica que me hizo para que dejase aquel sitio, le reveló quizá con su amargura todo el desprecio que en tales instantes tenía yo por la vida. La pobre muchacha se puso a llorar sin insistir por el momento; pero reanimada, balbució con la voz doliente de una esclava quejosa:

-¿Tampoco quiere ver a Braulio ni a mi hijo?

-No llores, Tránsito, y perdóname -le dije-. ¿Dónde están?

Ella estrechó una de mis manos sin haber enjugado todavía sus lágrimas, y me condujo al corredor del jardín, en donde su marido me esperaba. Después de que Braulio recibió mi abrazo, Tránsito puso en mis rodillas un precioso niño de seis meses, y arrodillada a mis pies sonreía a su hijo y me miraba complacida acariciar el fruto de sus inocentes amores.


GRADO NOVENO

Consultar y transcribir la siguiente información en su cuaderno de Lengua Castellana

https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/3102/Jose%20Marmol

https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/4617/Domingo%20Faustino%20Sarmiento

https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/433/Esteban%20Echeverria


                                        GRADO DÉCIMO

Consultar y transcribir la siguiente información en su cuaderno de Lengua Castellana

https://www.inesem.es/revistadigital/idiomas/autores-del-romanticismo-espanol/

Nota: Desde las características del Romanticismo Español hasta la reseña biográfica de José Zorrilla, inclusive.


  GRADO UNDÉCIMO

Consultar y transcribir la siguiente información en su cuaderno de Lengua Castellana

https://okdiario.com/curiosidades/romanticismo-literario-1133691

lunes, 17 de julio de 2023

CORRECCIÓN DEL LINK PARA GRADO OCTAVO

 INFORME PARA GRADO OCTAVO

Presento disculpas por el link equivocado.

Este es el link para el informe de esta semana: https://diarioinca.com/resumen-maria-jorge-isaacs

viernes, 14 de julio de 2023

SEMANA TRES - Gramática y Literatura

 INFORME DE LECTURA PARA LOS GRADOS 8-9-10

NOTA: Este informe se debe presentar en su cuaderno de Lengua Castellana

GRADO OCTAVO

Consultar y transcribir el siguiente link: https://bachilleratoenlinea.com/educar/mod/lesson/view.php?id=3048


GRADO NOVENO

Consultar y transcribir el siguiente link: https://www.biografiasyvidas.com/obra/amalia.htm


GRADO DÉCIMO

 Realizar la portada del Tercer Período y la siguiente información:


LENGUA CASTELLANA – TERCER PERÍODO –

PREGUNTA PROBLEMATIZADORA

GRADO DÉCIMO

¿Cómo se formó el teatro en España y cómo ha sido su evolución hasta nuestros días?

¿Cuáles son las características de la producción escrita que cumpla los criterios de cohesión y coherencia?

APRENDIZAJES ESPERADOS

Identifica las características del texto escrito con base en los criterios de cohesión y coherencia

Comprende la intencionalidad contextual de la producción dramática española desde sus inicios hasta la modernidad.

Produce textos escritos y orales, atendiendo a la progresión temática, a los interlocutores, al propósito y a la situación comunicativa

INDICADORES DE DESEMPEÑO

SABER

Identifica y caracteriza los elementos de la dramaturgia española desde sus inicios hasta nuestros días.

Identifica las características de un texto escrito con cohesión y coherencia

Reconoce obras y autores del Teatro Español y da cuenta de su temática e influencia.

HACER

Lee y analiza obras y autores de la dramaturgia española, atendiendo al funcionamiento de la lengua en situaciones de comunicación, a partir del uso de estrategias de lectura.

Escribe textos que evidencian procedimientos sistemáticos de corrección lingüística y el uso de estrategias de producción textual

SER

Valora las obras de teatro de la España Clásica como fuente de inspiración para la dramaturgia moderna

Comprende y respeta la producción escrita de los compañeros y la analizo desde varios puntos de vista

EVALUACIÓN

La evaluación se realizará con base en los siguientes criterios:

- Presentación y sustentación de informes

- Evaluaciones escritas y orales

- Talleres de clase (individuales y grupales)

- Participación en clase

- Desarrollo y presentación de actividades de clase.

- Exposiciones orales tanto individuales como grupales


LECTOESCRITURA

GRADO DÉCIMO

PREGUNTA PROBLEMATIZADORA

¿CÓMO UTILIZAR DE MANERA ADECUADA LOS RECURSOS ESTILÍSTICOS PARA PRODUCIR TEXTOS CON INTENCIONALIDAD ESTÉTICA Y ARTÍSTICA?

APRENDIZAJES ESPERADOS

Caracteriza los principales recursos estilísticos utilizados por los grandes escritores y por sus propios compañeros.

Identifica la correcta utilización de los vocablos del nuestra lengua en el proceso de comunicación a nivel personal y comunitario.

Construye diferentes tipos de textos escritos, utilizando de manera correcta los elementos básicos de la cohesión y la coherencia.

INDICADORES DE DESEMPEÑO

SABER

Reconoce las características de los recursos estilísticos en la producción literaria que analiza y en los textos que produce.

Identifica las claves de la cohesión y la coherencia en los escritos que construye

Diferencia los usos de los diferentes signos de puntuación en un texto escrito.

HACER

Construye textos escritos de acuerdo con la técnica y uso de los signos de puntuación.

Elabora producciones escritas de carácter libre y espontáneo teniendo en cuenta los recursos estilísticos estudiados.

Establece diferencias entre diversos tipos vocablos que se utilizan de acuerdo con los contextos en que se presentan.

SER

Aprecia la adecuada utilización de los recursos estilísticos en los diferentes textos personales y de sus compañeros.

Valora el correcto uso de los signos de puntuación en contextos escritos y orales

EVALUACIÓN

La evaluación se realizará con base en los siguientes criterios:

- Presentación y sustentación de informes

- Evaluaciones escritas y orales

- Talleres de clase (individuales y grupales)

- Participación en clase

- Desarrollo y presentación de actividades de clase.

- Exposiciones orales tanto individuales como grupales

jueves, 6 de julio de 2023

EL MOVIMIENTO ROMÁNTICO - Tercer Período - Primera Semana -

 INFORME DE LECTURA PARA LOS GRADOS 11-10-9-8

NOTAS GENERALES

Cordial saludo, tengo el gusto de presentarles algunas recomendaciones para este segundo semestre del año - tercer y cuarto períodos -.

1. Todo informe debe ser estudiado.  La presentación de cada informe tendrá una nota básica de 3,0

2. Con base en la sustentación, de cada informe, la nota podría modificarse: disminuír o aumentar.

3. Las memorias de clase se deben presentar en cada clase.  Por favor, tenga presente las pautas para su elaboración.  Además, las memorias representan el 50% de la nota de seguimiento.

4.   Todos los informes se deben presentar en el Cuaderno de Lengua Castellana.  

GRADO ONCE

La Lírica Griega 

Consultar y transcribir la información sobre La Lírica Griega: https://soyliterauta.com/la-poesia-lirica/

(Hasta Píndaro, inclusive).


GRADO DÉCIMO

El Romanticismo Español

Consultar y transcribir la información sobre El Romanticismo en España: https://miaulaabierta.wordpress.com/2017/03/30/el-romanticismo-en-espana/

(Hasta Naturaleza, inclusive).


GRADO NOVENO

El Romanticismo en América Latina

Consultar y transcribir la información sobre El Romanticismo en Latinoamérica: http://romanticalatina.blogspot.com/2018/06/romanticismo-latinoamericano.html


GRADO OCTAVO

El Romanticismo en Colombia

Consultar y transcribir la información sobre El Romanticismo en Colombia: https://literaturacolombianablog.wordpress.com/la-literatura-del-romanticismo-en-colombia/