lunes, 18 de marzo de 2013



DOCUMENTO DE APOYO GRADO 8 

para ampliar la información relacionada con el tema de la Literatura en la Colonia, por favor, remitirse a las páginas web señaladas en este documento

Literatura colonial

La Época de la Colonia o Época Hispánica estuvo influenciada culturalmente por lo religioso. Para aquel entonces, mediados del Siglo XIX, se empezaban a establecer los primeros asentamientos urbanos, alrededor de las instituciones gubernamentales españolas. El capital económico, político y cultural era propiedad de una pequeña élite, por lo cual la creación de textos literarios provenía en exclusiva de las clases altas.
Criollos, hijos de españoles nacidos en el Nuevo Reino de Granada, y algunos españoles inmigrantes escribieron libros de diversas materias: desde literatura edificante hasta libros de ciencia, desde oratoria hasta historia y literatura. La mayoría de estos libros se publicaron en diferentes partes de Europa, y unos pocos en Lima y México, ciudades que contaban con imprenta desde el siglo XV.
Los intelectuales españoles y criollos se enfrentaron a un nuevo mundo listo para ser retratado, por eso las primeras manifestaciones literarias sirven mayormente como crónicas, donde se da cuenta de las tradiciones, los quehaceres cotidianos y los hechos heroicos del nuevo continente.
Se destacan:
  • Juan de Castellanos (Sevilla, 1522 - Tunja, 1607) Sacerdote español, residente en Tunja por más de cuarenta años, autor del más extenso poema jamás escrito en lengua española, las Elegías de Varones Ilustres de Indias.
  • Juan Rodríguez Freyle. (Bogotá, 1566 - 1642) Autor de la monumental obra crónica El Carnero. De familia acomodada, hizo estudios en el seminario pero no se recibió como sacerdote. Hizo parte de las guerras de pacificación indígena. En la etapa final de su vida se dedicó a la agricultura.
(wikipedia.org/wiki/Literatura_de_Colombia)
La literatura de la Colonia
La literatura de la colonia, en el Nuevo Reino de Granada, desde la fundación de Bogotá hasta mediados del siglo XVIII, era de forma y de idea estrictamente peninsular. No podía ser de otra manera. En un principio no había escuelas ni colegios; cuando se fundaron algunos institutos de enseñanza ésta era impartida por españoles, ordinariamente por gentes de iglesia.
La educación suministrada carecía de nexos con el medio ambiente. Enseñaban los maestros de obediencia al rey, la historia de España, la gramática latina y española fundada en su semejanza con aquella. No tenían una noción de las diferencias de espíritu existentes en el Nuevo Mundo y España y su objeto principal era el de acostumbrar al niño a mirar estas comarcas en lo material y también espiritualmente como una prolongación de España. Algunos de los más sobresalientes escritores de esa época habían nacido en España. Otros, nacidos en el virreinato, fueron educados a la manera de entonces y sus obras tienen en la apariencia, en el fondo, los caracteres de la literatura española (Sanín Cano, 1984, 19).
La literatura en primer plano
La literatura colonial fue escrita por los cronistas y los dominadores. Bajo el mundo de la censura, las limitaciones de la imprenta y la óptica europea, los escritores verán publicar sus obras con enormes dificultades. La cultura hispánica monárquica y religiosa tendrá como exponente a don Gonzalo Jiménez de Quesada. El libro que conocemos de él es el Antijovio, en el cual defiende a España de los agravios que le hace el obispo de Nacera, Paulo Jovio. En la mayoría de los manuales de literatura se inscribe a don Gonzalo como el iniciador de la literatura colombiana. Juan de Dios Arias apunta: “parece que él hubiera traído para hacerla arraigar en nuestra tierra, la afición al estudio de las humanidades que ha sido característica de nuestro pueblo a través de la historia” (Arias, 1958, 50). En realidad, el señor Jimenez de Quesada no tiene nada que ver con la literatura colombiana. Su nombre está más asociado a la fundación de Santa fé de Bogotá que a cualquier otra cosa. Su obra no guarda ningún parentesco con el Nuevo Mundo. Su aporte no está visto en el proceso literario de la nación y su obra se ubica en un lugar totalmente artificial. Al margen de sus meritos en el buen manejo de la expresión idiomática. Jimenez de Quesada no es un creador, no se propone una intención de hacer literatura, ni su universo del Antijovio permite deducir una plena coherencia frente a mundo personal y simbólico. Hasta la fecha se le ha dado este título de fundador de nuestras letras, pero nadie a podido demostrar el por qué de este título, en razón a que obras. Con base en qué criterios estéticos. Lo mismo ocurre con los historiadores Fray Pedro de Aguado, Fray Pedro Simón, Manuel Rodríguez, Francisco de Figueroa, Fernández de Piedrahíta, Andrés de San Nicolás, Juan Flores de Ocaris, el Padre Ribero, el padre Cassani, el padre Gumilla.
Más tarde, en el proceso de la literatura colonial, aparecerá la crónica rimada con Don Juan de Castellanos, especie de mito épico, titulada Elegías de varones ilustres de Indias (texto disponible online). A su lado se ubica la crónica picaresca de Jaun Rodrígez Freyle con su obra El carnero. Aunque en esta última hay una visión crítica de la sociedad santafereña, se puede decir que ambas obras justifican el dominio español y el carácter moral y espiritual de su empresa.
La vivencia gongorista surge con Hernando Domínguez Camargo, escritor notable por sus logros estéticos. La mística y ascética están representadas en la madre Del Castillo. Mientras nuestros escritores crean , el mundo del aborigen se va extinguiendo.
A través de España, se filtran las formas literarias y el espíritu de las obras producidas. Entre ellas se destacan la crónica y la hstoria. Bajo el siglo de Oro, Renacimiento y Barroco, estos autores excluirán influencias y asimilarán vetas de indudable oigen, como en el caso de don Hernando Domínguez Camargo con Góngora.
La expectativa extraordinaria y el asombro despertado por el Nuevo Mundo estimularon, entonces, la actividad de muchos cronistas que redactaron tesis filosóficas, alegatos jurídicos en defensa de los indígenas, crónicas de convento, poemas fantásticos e históricos sobre notables sucesos (Ayala Poveda, 1994, 18).
www.slideshare.net/.../literatura-en-la-colonia-nuevo-reino-de-granad





















martes, 12 de marzo de 2013

CARACTERÍSTICAS DEL VIRREINATO ...


CARACTERÍSTICAS DEL VIRREINATO EN LA NUEVA GRANADA

El Virreinato de Nueva Granada


Mapa del Virreinato de Nueva Granada

El Virreinato de Nueva Granada, abarcó los actuales territorios de Ecuador, Colombia, Panamá y Venezuela. Fue creado mediante Real Cédula el 27 de mayo de 1717 uniendo la Real Audiencia de Quito, la Capitanía General de Venezuela y la Real Audiencia de Santa Fe.

La Corona se vio obligada a constituir este nuevo virreinato, por dos razones principales: era la zona más importante de producción aurífera y su estratégica posición le permitía enfrentar con efectividad el contrabando y la piratería. La ciudad de Bogotá, pasó a ser la capital del nuevo virreinato, convirtiéndose de esta manera en uno de los principales centros de actividad de las posesiones del imperio en América.

Su fundación obedece a la nueva política borbónica de reorganización administrativa y de reforma y modernización de los sistemas de extracción y comercialización de materias primas obtenidas de las colonias. De existencia intermitente, el Virreinato de Nueva Granada fue disuelto y vuelto a formar en numerosas ocasiones: tras su primera fundación en 1717, fue disuelto por dificultades económicas, fruto de la derrota española en la guerra de la Cuádruple Alianza (1718-1720), en 1724; refundado en 1740; disuelto por los independentistas que se hicieron con el poder en 1810; recuperado por Fernando VII en 1816; y finalmente, reemplazado por una nueva entidad, la Gran Colombia, tras ser definitivamente disuelto por los independentistas en torno a 1822.


Sitio inglés de Cartagena, 1741.

Tras su segunda fundación, el virreinato fue atacado por la flota británica, que tomó la ciudad de Portobelo y sitió Cartagena. Tras fracasar en este último cometido, la expedición se retiró, diezmada por el hambre y las enfermedades.

Los virreyes de Nueva Granada, se caracterizaron por la puesta en marcha de numerosas políticas de carácter ilustrado, enmarcadas en el proceso de la reforma borbónica, destinadas a modernizar las estructuras administrativas, productivas y


El Virrey Manuel Guirior

comerciales. Entre estas medidas, cabe destacar la fundación de la Casa de la Moneda de Bogotá, la creación de la primera biblioteca pública de Bogotá por parte del virrey Manuel de Guirior, y la implementación de la Pragmática de Libre Comercio, que revitalizó el comercio entre puertos americanos.

Fue notable la influencia ejercida por los ilustrados, en Nueva Granada a lo largo del siglo XVIII, siendo en el virreinato el principal referente de esta corriente de pensamiento, José Celestino Mutis. Mutis, nacido en Cádiz en 1732 en el seno de una familia burguesa, estudió filosofía, gramática, arte y medicina. Ejerció como médico en el Hospital de la Marina de Cádiz, donde implementó los nuevos métodos traídos desde el exterior. Se muda a Bogotá, donde funda y dicta la cátedra de matemáticas en el


José Celestino Mutis

Colegio Mayor. Es en esta época cuando entra en contacto con los círculos ilustrados de la ciudad, con quienes defiende la creación de una universidad ilustrada, escindida del control eclesiástico. Entre sus contribuciones al saber de la época, destacan, la creación de una enorme colección de dibujos de la flora colombiana, la elaboración de un diccionario con palabras elementales utilizadas por los aborígenes de la zona, y numerosas aportaciones en áreas tan diversas como la industria, la medicina, la minería y la destilación de bebidas alcohólicas.

En el campo económico, las reformas borbónicas no habían alcanzado sus objetivos. La falta de integración de los territorios que formaban el virreinato y las altas cargas impositivas impuestas por la corona, provocaron la debacle financiera de la colonia. A pesar de esto, se continuó fomentando la exportación de productos tales como la caña de azúcar, el cuero, el algodón, se intensificó la actividad minera y se crearon numerosas industrias como las de pólvora en Bogotá. Al igual que en el resto de colonias españolas en América, en Nueva Granada se empleaba mano de obra aborigen en las minas y en las plantaciones.

La guerra de la independencia modificó totalmente las relaciones de Nueva Granada con el mundo exterior. En un todo dependiente de España hasta entonces, las relaciones con los demás países europeos se habían limitado al comercio contrabandista. En cambio, ahora todo contacto con la madre patria quedó roto durante varios decenios, hasta cuando España finalmente se dignó reconocer la independencia de sus colonias americanas. Entre tanto se habían establecido y desarrollado relaciones amigables con las demás naciones europeas, entre ellas especialmente con Inglaterra y Francia, y, en este continente, con los Estados Unidos de Norteamérica, países que ya durante la guerra habían brindado su apoyo moral a los republicanos. Casas bancarias londinenses habían adelantado fondos, si bien a un interés elevado, a tiempo que voluntarios ingleses e irlandeses habían participado en la lucha. Sellada la paz, aparecieron ingleses y franceses, más tarde también norteamericanos, alemanes e italianos, para intensificar las relaciones o para establecer un intercambio comercial, y también para establecerse en el país. A la vez, gente acomodada de Nueva Granada emprendió viaje a Europa, de ordinario a Francia, tenida por una especie de país hermano, ya por motivos comerciales, en pos de elevar su nivel cultural o de mera diversión.

Desde luego, la inmigración europea no podía llegar a guardar proporción en este país tropical con las iniciadas hacia los Estados Unidos, o al sur del Brasil, a la Argentina o a Chile. Aquí la población recibió un refuerzo apenas por aislados extranjeros como comerciantes, mineros, artesanos, etc., en tanto que el agricultor europeo no encontraba cómo adaptarse. Forzada la población a buscar su desarrollo dentro de sí misma, excepto el escaso apoyo recibido por la sangre extranjera, el único derrotero hacia su progreso lo encontró trazado por la fuerza de las circunstancias. Ingresados 5.000 esclavos al ejército en 1820 en compensación de concedérseles su libertad, por ley del año de 1829 quedaron libres los descendientes de los esclavos, en tanto que desde el 1° de enero de 1852 la esclavitud se abolió del todo. También los indios quedaron completamente libres y equiparados a los blancos, conservándose no obstante los resguardos hasta los años sesenta como medida protectora contra su explotación. Comenzada ya en la época colonial, la mezcla de las tres razas progresó considerablemente, al paso que la consciencia de los diferentes orígenes raciales fue desvaneciéndose en las masas del pueblo. Lengua, religión y destino comunes ejercieron su influencia para crear el sentimiento de la unión nacional.

Mantenido por siglos en casi completa minoría política al igual que privado de todo contacto vivificante con la evolución histórica mundial, el pueblo de golpe se vio obligado a responder por sí mismo, quedando encarado a la vez a la necesidad primordial de salir del estancamiento, tanto económico como intelectual, heredado del gobierno español.

Problemas que eran difíciles de solucionar, aun por parte de una nación mejor preparada, requerían no obstante su máxima atención previa para poder atinar con el camino recto hacia el bienestar y una vida nueva.

Había, empero, un factor esencialmente favorable a la realización, o sea la ausencia de todo motivo para temer complicaciones bélicas externas. Conflictos con estados europeos no podrían originarse sino a consecuencia de la violación de los derechos de sus súbditos, ya sean personales o materiales, por parte del gobierno colombiano, conflictos que realmente han venido produciéndose, pero sin pasar del margen de arreglo mediante demanda de indemnizaciones o por vía de represalias de parte de los estados perjudicados. Por su naturaleza siempre carecían de magnitud como para desencadenar una guerra, lo cual, además, no habría podido llevarse a cabo sin infligir perjuicios a parte y parte. Problemas fronterizos ha habido con todos los países vecinos, y los sigue habiendo, originados en la delimitación, insuficiente y con frecuencia modificada, de las provincias españolas. Pero lejos de referirse a objetos valiosos en litigio, tales como la región salitrera que desencadenó la guerra entre Chile, Perú y Bolivia, aquí se trata de zonas en general completamente despobladas y carentes de interés específico. Solamente las fronteras entre Venezuela y Ecuador atraviesan regiones pobladas. Pero en tanto que las relaciones con Venezuela, a pesar de su frecuente tirantez no han culminado en guerra, el Ecuador por su parte ha intervenido en varias ocasiones en las guerras civiles colombianas a efecto de materializar sus pretendidos derechos sobre el punto más meridional de Colombia, pero sin perspectivas de conseguirlo por sí solo.

Lejos de ser una historia de paz, la de Nueva Granada, o Colombia, como hoy se llama, es una historia de su política interna, que no puede callar los frecuentes disturbios civiles en su papel interruptor del desarrollo pacífico del bienestar y de las sanas costumbres. Descubriendo que la pretendida lucha por los principios en general no es, en realidad, más que un pretexto para la persecución de objetivos egoístas, al europeo poco le interesará la descripción completa de tales batallas. Así las cosas, nos limitaremos a ofrecer apenas una recapitulación de la historia, en tanto que nos proponemos ocuparnos luego con un poco más de detenimiento en el presente.

En su conjunto el gobierno del general Santander, como primer presidente constitucionalmente elegido de la República de Nueva Granada, transcurrió en forma pacífica y con prelación en su obra de las reformas realizadas, cuadro desfigurado sin embargo por la cruel persecución a los adversarios políticos. Durante la presidencia de Márquez, una ley eliminatoria de los pequeños conventos provocó en 1840 la sublevación de los fanáticos habitantes de Pasto, quienes ya durante la guerra de la independencia siempre se habían distinguido por su actitud favorable hacia los españoles. El general Obando, por su parte, encabezó la revolución apoyada por el Ecuador, que logró extenderse por todo el país, hasta cuando el general Herrán alcanzó a sofocarla. El gobierno de este (1843), por su parte, trajo la reforma constitucional en el sentido centralista conservador, provocando a la vez el regreso de los jesuítas, a quienes el gobierno español había expulsado. De una de las épocas más felices de la historia colombiana puede calificarse la del gobierno siguiente, o sea el de Tomás Cipriano Mosquera (1845-1849). Escasa más bien en sucesos políticos, produjo determinados progresos en el campo de la cultura, tanto material como intelectual, tales como un servicio regular de vapores en el río Magdalena, la creación de nuevas vías de comunicación, la reforma del sistema monetario y la introducción de las medidas y pesas francesas. Vuelto al poder el partido liberal con el general López, la vida política de los años siguientes se tomó un tanto más agitada. Nuevas reformas a la constitución, esta vez promovidas por los liberales, les aseguraron mayor independencia a las provincias frente al gobierno central, en tanto que los impuestos se descentralizaron y la pena de muerte se abolió, quedando libres a la vez el comercio del tabaco y la explotación del oro. Tanto estas reformas como la reexpulsión de los jesuitas y la abolición del diezmo y otras medidas relativas a la política eclesiástica, provocaron el estallido de una revolución, esta vez a iniciativa de los conservadores y una vez más con Pasto como foco, revolución que, sin embargo, logró reprimirse al cabo de unos tres meses. Asegurada su victoria, el partido liberal empezó a dividirse, por cuanto los radicales o gólgotas se separaron del núcleo liberal, cuyo gobierno se había tornado militar en alto grado. Muy lejos desde luego de compartir sus principios, a los separatistas se les unieron los conservadores por ningún otro motivo distinto de su odio a los liberales antiguos. Así unidos, los partidos impusieron en 1853 una constitución nueva, que aumentó el número de provincias de 13 a 33, concediéndoles a la vez más independencia, suspendió todo prerrequisito para ejercer un cargo público, otorgó libertad absoluta de prensa y dispuso la separación total de los poderes civil y eclesiástico. Adversario como era de tal constitución, el nuevo presidente, Obando, no obstante no tuvo más remedio que sancionarla. Enfrentados los partidos con máxima exasperación, la tensión había llegado a un punto tal que el general Melo, convencido de poder arriesgarse impunemente, provocó una sublevación militar para constituirse en dictador (1854). Pero corta habría de ser la duración de su aparente grandeza, por cuanto al medio año de lucha con suerte variada, los generales Herrera, Herrán y Mosquera lograron sofocar la rebelión. A Obando, acusado de haber participado en la conspiración, le sucedió Mallarino como presidente (1855), bajo cuya administración se inició la disolución de la República de Nueva Granada.

Desligados Panamá en 1855 y Santander en 1857 para convertirse en estados autónomos, Nueva Granada, con el ultraconservador Ospina acabado de asumir la presidencia en 1858, procedió a convertirse en la Confederación Granadina, compuesta por los ocho estados independientes de Antioquia, Bolívar, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Magdalena, Panamá y Santander.

Pero ya la elaboración de la constitución confederal enardeció nuevamente los ánimos, especialmente en cuanto se refirió a las disposiciones sobre elecciones, lo mismo que al hecho previsto que somete los gobiernos estatales a la responsabilidad ante la corte federal. La guerra civil así estallada resultó ser la más larga y sangrienta jamás vista por el país. Abandonando la confederación los estados de Cauca, Santander, Bolívar y Magdalena, encabezados por Obando, Herrera y Mosquera convertido este desde su presidencia anterior de conservador a liberal radical se rebelaron contra el gobierno federal legalmente constituido, para organizarse bajo la denominación de Estados Unidos de Nueva Granada. Habiendo entrado a Bogotá el 18 de julio de 1861, su presidente provisional y dictador Mosquera transformó la capital en distrito federal. Ahora, la mayoría de los estados se plegó a los revoltosos victoriosos, en tanto que la guerra continuó hasta el año siguiente, para terminar después del asesinato alevoso cometido en la persona de Julio Arboleda. En febrero de 1863 se celebró en Rionegro, Antioquia, una convención de delegados de los diferentes estados, aumentados estos a nueve, por haberse separado el Tolima de Cundinamarca, para elaborar una nueva constitución. Promulgada esta el 8 de mayo de 1863, se disolvió la Confederación Granadina, para crear en su lugar los Estados Unidos de Colombia, una federación de nueve estados soberanos.

Terminó así, por lo menos por ahora, en favor del concepto federal, la lucha entre los dos principios de gobierno, que ya había venido desuniendo a los republicanos desde el tiempo de la guerra de la independencia, o sea desde cuando estaban todavía los españoles, para resurgir luego desde el año de 1855 aproximadamente. Insensato sería tratar de achacar el mérito o la culpa, lo que sea, a uno solo de los partidos, bien sea a los liberales o a los conservadores, ya que, a fin de cuentas, ambos habían obrado en pos del mismo propósito final. Pero parece que el federalismo se había convertido en una exigencia nacional, en tanto que todavía en los años de 1882 a 1884 raras veces se escuchó una defensa del sistema central. Como ejemplo del alcance, un ministro federal podía aseverar en público sentirse más tolimense que colombiano, sin que a nadie se le ocurriera tomarlo como ofensa.

Además, el principio democrático establecido en contra del voto de Bolívar al puro comienzo de la independencia para suceder a la tutela española, por deducción lógica al decir de los políticos colombianos, había experimentado una aplicación un tanto reñida con su verdadera esencia.

Así las cosas, Colombia, en su desarrollo apenas salida de pañales, adoptó un régimen político demasiado exigente a veces aun para naciones europeas, por más cultas que fueran.

 

lunes, 4 de marzo de 2013


JÓVENES: 

Acerca del trabajo sobre los signos de puntuación, pueden remitirse a estas dos páginas:

http://reglasdeortografia.com/signos.htm

http://eljuego.free.fr/Fichas_gramatica/FG_puntuacion.htm

domingo, 3 de marzo de 2013


HISTORIA DE LA ESCLAVITUD
Los documentos y las pruebas sobre la esclavitud se pueden encontrar en casi todas las culturas y continentes, pero sus orígenes son todavía poco conocidos. Las indicios rastreados en los textos antiguos, como el Código de Hammurabi de las culturas de la región de la Mesopotamia, fechado en el segundo milenio antes de Cristo, ya contiene referencias a la esclavitud como una institución arraigada. El trabajo forzado de las mujeres en algunas culturas antiguas y modernas se puede identificar con formas de esclavitud. En este caso. suele incluir servicios sexuales forzados.
La historia de la esclavitud en el mundo antiguo está estrechamente vinculada a la guerra. Las fuentes documentales del mundo antiguo Mesopotamia, Egipto, los pueblos originarios de Israel, Grecia, Roma, Persia, China, las civilizaciones maya y azteca y la India, están llenos de referencias a la esclavitud vinculada a eventos bélicos. A menudo, los prisioneros de guerra eran reducidos a la esclavitud por sus captores o los ganadores de las batallas, y obligados a trabajar en tareas militares o civiles, como mano de obra para trabajos de construcción, ingeniería o agricultura. También era común su utilización como criados, para el servicio doméstico. Muchas de los hogares de la antigüedad, sobre todo en clases no pobres, requerían el trabajo de uno o más esclavos como costumbre habitual. Independientemente de los testimonios y documentos escritos, también se encuentran pruebas de esclavitud como mano de obra y como ayuda doméstica entre los pueblos que no poseían escritura, como los nómadas de Arabia, los pueblos nativos de América, los cazadores y recolectores de África, Nueva Guinea y Nueva Zelanda, y entre europeos del Norte, como los germánicos, los vikingos y otros.
Existieron además otras fuentes de suministros de esclavos además de la guerra, tales como la sanción penal de los delincuentes: el castigo podía ser la esclavitud como forma ordinaria de indemnización de las víctimas. También se tomó, en ciertas sociedades primitivas, como pago de deudas. Así, entre algunos grupos africanos, las mujeres y los niños fueron entregados como rehenes de deudas u otras obligaciones hasta su pago; y, si el pago no era efectivizado, los rehenes pasaban a ser considerados esclavos.
Muchas de las sociedades antiguas tenían mayor número de personas esclavas que libres, gracias a la costumbre de reducir a la esclavitud a la población que tenían bajo su control. Por lo general la esclavitud incluyó el abuso y la crueldad por parte de sus dueños, pero a menudo también recibían un trato semihumanitario como bienes valiosos.
Antiguo Egipto
Los egipcios usaban los esclavos capturados en la guerra o comprados en el extranjero. Sin embargo, contrariamente a la creencia popular, las grandes pirámides fueron construidas por hombres libres y no esclavos. No se utilizaban esclavos en grandes cantidades.
Todos los hijos de los esclavos de la guerra eran considerados propiedad del faraón y no fueron vendidos a propietarios privados, aunque el soberano podía donar o dar a los esclavos a los generales o los sacerdotes. La esclavitud de Egipto también se recuerda en los pasajes bíblicos. Así como José, el hijo de Jacob, es vendido como esclavo en Egipto, pero apenas se levanta para ocupar un alto rango en la corte faraónica. Más tarde, en el libro del Éxodo como sabemos todos los hebreos de Egipto se reducen a la esclavitud. También hay numerosos ejemplos de esclavos que trabajaban hasta la muerte en las minas de cobre en la península del Sinaí.
Antigua Grecia
La esclavitud aparece como normal y natural, así como la defendían también los filósofos clásicos, Aristóteles a la cabeza. El trabajo esclavo es esencial en todo tipo de trabajos (construcción, agricultura, artesanal, etc.) La esclavitud es esencial para el funcionamiento de la democracia ateniense, a fin de dejar tiempo para la política a los hombres libres. Se estima que en la época clásica 3/4 de la población ateniense eran esclavos.
En Atenas, la polis que estamos mejor informados, había varias categorías de los esclavos:
  • Los esclavos domésticos, que viven en la casa de sus amos, que trabaja en la misma vivienda, en el campo o en una tienda.
  • Los esclavos "dependientes" (choris oikountes), que no vive con sus amos, la mayoría de ellos trabajando en el negocio (las granjas rurales, tiendas, talleres, etc.), incluso hubo un tiempo que este tipo de esclavos eran alquilados.
  • Esclavos públicos, que trabajaban como policías, conserjes, secretarias, varrendeiros, etc.
  • Captivos guerra (andrapoda), que sirvió sobre todo en establecimientos no especializados, tareas y groseros, donde podrían ser encadenado, por ejemplo, remeros en los barcos y la minería.
Los esclavos en Grecia tenían alguna oportunidad de liberarse, aunque fue costoso para sus amos. La ley otorgaba cierta protección a los esclavos, y aunque la ley les permitía golpearles, ciertas restricciones morales y culturales impiden un uso excesivo de violencia por parte de los propietarios.
La situación era diferente con los ilotas de Laconia, clarotas de Creta, penestas de Tesalia y las gimnetas de Argos, la condición es más parecida a la de los siervos medievales de Gleba: trabajar la tierra, heredar la condición de padre a hijo, no pueden ser vendidos.
Antigua Roma
La esclavitud se convirtió en un pilar económico vital para Roma. Durante el Alto Imperio romano y la República se estima que entre 15% y 20% de la población eran esclavos, y hasta el siglo II que se promulgaron las leyes de protección de un maestro podía legalmente matar a un esclavo. Sin embargo, esto parece haber sido siempre raro, por complejas razones sociales. En cualquier caso, la ley Cornelia, del 82 a.C., prohibió a maestros matar a sus esclavos, la Ley de Petronio del 32 a.C., vedaba que los esclavos eran obligados a combatir en el circo. Escribió Suetonio (Claudio, 25), que bajo el emperador Claudio, si un maestro descuidaba la salud de su esclavo, hasta el punto de su muerte, el maestro podría ser acusado de asesinato, aunque se recuperó en el templo de Esculapio, que el esclavo podía ser libre.
La abolición de la esclavitud
La abolición de la esclavitud llegó a ser tan escalonada. En los casos fue precedido por la derogación de la misma, tal vez para no hacer daño a los 'intereses' de los maestros, aunque siguió en descenso. En la mayoría de los casos fue paralela a la abolición de la esclavitud en Europa. Estas son algunas de las fechas:

  • En 1102 la esclavitud se abolió en Inglaterra, y se pasó a la servidumbre entre 1300 y 1485. La Edad Moderna regresó a la esclavitud en África 1772, el juez británico Lord Mansfield declaró que la esclavitud era ilegal en Inglaterra.
  • En 1777, la colonia británica de Vermont se declara abolicionista de la esclavitud.
  • En 1792 Dinamarca proclamó prohibida la esclavitud en su territorio
  • En 1807 británicos y los estadounidenses declaran abolida la trata de esclavos.
  • El 31 de enero de 1813, Argentina estableció la libertad de vientres (hijos de esclavas fueron considerados libres) como parte del proceso que condujo a la abolición de la esclavitud, ocurrida el 1 de mayo de 1853.
  • En 1886 se abolió la esclavitud por España en su colonia en la isla de Cuba.
  • En 1980 en Mauritania, el último país que abolió oficialmente la esclavitud.


INFORME DE LECTURA
1.      Realice un resumen acerca del documento en general
2.      Señale las diferencias entre el sentido de la esclavitud que se tenía en Egipto, Grecia y Roma
3.      ¿Cuál fue el primer país en dar la libertad a los esclavos y cuál fue el último?
4.      Realice una consulta sobre las características de la esclavitud en Colombia durante la época de la Colonia