¿Por qué utilizó Bachar Al Asad armas químicas cuando la balanza de la guerra se decantaba a su favor? ¿Qué oscuros intereses esconde Washington tras su empeño por atacar al régimen? ¿El gas bajo la arena siria es la clave? La intervención de castigo que pretende liderar EEUU ha desatado un aluvión de teorías sobre la verdadera naturaleza del ataque químico y los motivos que empujan a Barack Obama a interceder en la guerra civil, dos años y 100.000 muertos después de su estallido. La propaganda del régimen y sus aliados, Rusia y China, choca, obviamente, con las revelaciones de las potencias occidentales; las conspiranoias se multiplican: estas son las más sonadas.  
Sí, el régimen lanzó el ataque químico… pero por error
Una teoría que gana adeptos día tras día. Respetados analistas creen que el ataque químico del 21 de agosto contra Ghuta, un suburbio de Damasco, fue efectivamente ordenado por mandos del Ejército de Bachar al Asad… pero por error. La Inteligencia norteamericana interceptó a finales de agosto variasllamadas telefónicas entre un mando de la unidad de armamento químico y un responsable del Ministerio de Defensa sirio que, presa del pánico, exigía respuestas sobre el ataque. ¿Fue la acción obra de un oficial que se excedió en sus funciones? ¿O fue ordenado por eminentes figuras del régimen de Al Asad? Las continuas deserciones en las filas del régimen han provocado que oficiales jóvenes y no capacitados asciendan rápidamente en la cadena de mando.
“No está claro quién tiene el control”, asegura un miembro del espionaje estadounidense citado por The Cable. “No sabemos exactamente por qué sucedió. Sólo sabemos que (lanzar el ataque) fue jodidamente estúpido”. Resulta extremadamente complejo imaginar qué razón llevó al Ejército sirio a utilizar gases contra la población civil, sobre todo cuando un equipo de Naciones Unidas se encontraba en el teatro de operaciones y Al Asad ganaba terreno a las milicias rebeldes. Puede que un solitario general activase un plan de batalla que había concebido hace mucho tiempo o puede que todo se deba a un error de cálculo del régimen.
Obama sólo pretende mantener la partida en tablas
Edificios destruídos en alepoEl inquilino del Despacho Ovalsólo busca que la partida acabe en tablas. Y que, al final, sobre el tablero queden pocas piezas. En ciertos círculos políticos y diplomáticos occidentales se sostiene que, si alguno de los dos bandos vence en la guerra siria, Estados Unidos pierde. Y con él, su eterno aliado en la región, Israel. Por ello, Washington ha apostado por un punto muerto, una situación imprecisa, un conflicto que desgaste a los contendientes.
“Un resultado decisivo para cualquier bando sería inaceptable para Estados Unidos. Una restauración del régimen de Al Asad respaldado por Irán aumentaría el poder y el estatus de Irán en todo Oriente Medio, mientras que una victoria de los rebeldes, dominados por las facciones extremistas (tal y como publicó este diario), inauguraría otra oleada de terrorismo de Al Qaeda”, escribió Edward Luttwak, del Center for Strategic and International Studies, en The New York Times. “Sólo hay un resultado que puede favorecer a EEUU: el escenario indefinido. Mantener al Ejército de Al Asad y sus aliados, Irán y Hizbulá, en una guerra contra combatientes extremistas alineados con Al Qaeda. Cuatro enemigos de Washington envueltos en una guerra entre ellos”.   
¿El gas sirio es la clave?
Otra teoría sostiene que la guerra en Siria podría estar directamenteconectada con la puja por el gas del Mediterráneo oriental. Según algunos analistas, basta con analizar a los aliados y enemigos de Bachar al Asad para encontrar esta relación. Turquía, que ha abanderado a la oposición, es uno de los principales interesados en que caiga el régimen de Damasco. Lo mismo ocurre con Estados Unidos y, en tercer lugar, Francia, que quiere recuperar su papel hegemónico en Oriente Medio, como ya ha hecho con Libia.
“Se ha dicho muchas veces que Siria no iba a ser como Libia, porque el país del levante carece de importantes yacimientos de petróleo. Sin embargo, Siria está emplazada en un lugar privilegiado, donde se halla la más importante reserva de gas del planeta”, asegura a El Confidencial Osama Monahid, del prestigioso Centro Carnegie de Oriente Medio.
En la cuenca del Mediterráneo oriental (Israel-Líbano-Siria) “se encuentran las mayores reservas de gas, lo que ha provocado la disputa territorial entre los tres países”, insiste el experto, que intuye que “hasta que Estados Unidos y Rusia no lleguen a un acuerdo sobre la gestión de los recursos energéticos de Siria, no habrá solución posible”.
Para entender las motivaciones de los amigos de la otra Siria hay que hablar del proyecto del gaseoducto norteamericano Nabucco. Ante la reducción de las reservas mundiales de petróleo, el gas se ha convertido en la principalfuente de energía del siglo XXI, siendo además una energía no contaminante. Por eso, Estados Unidos se ha sumado a la carrera por el gas, aunque ha llegado tarde: Rusia ocupa el primer lugar.  
El ataque químico fue obra de los rebeldes (con ayuda de Arabia Saudí)
Otra conspiración sonada surgió de un periodista de la agencia Associated Press, Dale Gavlak, a quien rebeldes sirios confirmaron durante una entrevista su responsabilidad en el ataque con gas, que definieron como un “accidente”. Los insurgentes que se reunieron con Gavlak, que realizó sobre el terreno su propia investigación sobre el suceso, aseguraron que todo se debió a un manejo erróneo de las armas químicas que les proporciona Arabia Saudí. Dichas armas, siempre según su testimonio, iban destinadas al Frente Al Nursa, una milicia afiliada a Al Qaeda que ha ido ganando presencia en la guerra civil.
El régimen sirio ataca con gas a rebeldes“En numerosas entrevistas con los médicos, los residentes de Ghuta, los rebeldes y sus familias (…) muchos creen que ciertos insurgentes recibieron armas químicas del jefe de la Inteligencia saudí, el príncipe Bandar bin Sultan, y que fueron los propios rebeldes los responsables de llevar a cabo el mortal ataque con gas”, escribió Gavlak, corresponsal para AP en Oriente Medio desde hace dos décadas y colaborador de la BBC. Por cierto, su cuenta en Twitter ha desaparecido.
EEUU ataca Siria para que el Congreso eleve el techo de deuda
La última teoría, pero no por ello la peor. El pasado mes de agosto, el Departamento del Tesoro estadounidense advirtió de que el Gobierno alcanzará su tope de deuda federal de 16,7 billones de dólares a mediados de octubre y emplazó al Congreso para elevar el techo tan pronto como sea posible. Algunos analistas no han podido resistir la tentación. Washington busca “legitimar de alguna forma la intervención militar en función de sus problemas internos, porque en medio de todo esto está el tremendo problema que tiene el Ejecutivo norteamericano con su deuda. (…) Si el Senado no acepta ampliar su techo de deuda, no podrán pagar a los funcionarios ni las pensiones, lo que implica que una guerra legitimaría ante el Congreso la decisión de financiarla y romper el techo de deuda”, opina el militar y director de Elespíadigital.com, Juan Antonio Aguilar