INFORME PARA LOS GRADOS 8/9/10/11
Lea los dos cuentos y luego realice un collage sobre la Tierra, si lo desea, puede hacer una composición sobre el mismo tema
CARTA DE
LA MADRE TIERRA
Queridos niños y niñas:
Soy la Tierra,
la señora Tierra. Vivo en un rinconcito del universo, rodeada de
estrellas y planetas. Soy la envidia de todos mis vecinos porque, aunque tengo
miles y miles de años, estoy llena de energía y de vida!
Ya quisieran Saturno,
Urano o Júpiter tener mis montañas y mis ríos, mis árboles y mis
mares...
Mis vecinos son el, señor
Sol y la señora Luna. Nos conocemos desde hace mucho tiempo, pero
nunca he conseguido que nos sentemos juntos a tomar café con pasteles. A la
hora en que la señora Luna sale de paseo por el firmamento a vigilar
la noche y dibujar mares; el señor Sol hace rato que se ha puesto el
pijama y se ha ido a dormir, pues trabaja produciendo calor e iluminando los
días.
La señora Luna
vigila la noche y dibuja las mareas. ¿Y yo?
Yo trabajo para llenarlo
todo de vida. Cuido de los animales: protejo a hormigas, pájaros,
delfines y elefantes. Hago que nazcan las plantas y crezcan
los árboles. Me encargo de que los pinos, la secoya, las margaritas y
los manzanos.
Renuevo las aguas de los
mares y las de los ríos. Y lo más importante, ¡cuido de ti!
Cuidar de los niños y
niñas de los cinco continentes es lo que más me divierte. Para que crezcas
bien, les pido a los árboles que nos den frutas de distintos colores
y sabores, a las vacas que nos regalen su leche y a los campos que crezca
fuerte el maíz para hacer galletas. Y es que cuando tú te ríes y
estás feliz, yo estoy feliz.
Pero no creas que mi trabajo
es fácil; a veces es tan complicado... Entre las estrellas y los planetas,
se rumorea que ya no estoy tan estupenda como antes. Ayer por la noche,
la señora Luna me decía, preocupada, que tenía que pedir ayuda.
Así que me he decidido a
escribirles a ustedes niños para pedirles ayuda.
Sé que puedo contar con su
amistad.
La
fuente gris
Había una vez un niño que paseando por un bosque
creyó escuchar una triste lamento, como si lloraran cantando. Siguiendo el
ruido llegó hasta una gran fuente circular, misteriosa y gris. De su estanque
parecía surgir aquel sollozo constante; y al asomarse, entre las sucias aguas
de la fuente no vio más que un grupo de grises peces girando en círculo
lentamente, de cuyas bocas surgía un sollozo con cada vuelta al estanque.
Divertido por la situación, el niño trató de atrapar uno de aquellos increíbles
peces parlantes, pero al meter la mano en el agua, se volvió gris hasta el
codo, y una enorme tristeza le invadió, al tiempo que comprendió enseguida la
tristeza de aquellos peces: sentía lo mismo que sentía la tierra, y se sentía
sucio y contaminado.
Sacó la mano del agua rápidamente, y se fue corriendo de allí. Pero aquella
mano siguió gris, y el niño siguió sintiéndose triste.
Probó muchas cosas para alegrarse, pero nada funcionaba, hasta que se dio
cuenta de que sólo devolviendo la alegría a la tierra podría él estar alegre.
Desde entonces se dedicó a cuidar del campo, de las
plantas, de la limpieza del agua, y se esforzaba porque todos obraran igual. Y
tuvo tanto éxito, que su mano fue recobrando el color, y cuando el gris
desapareció completamente, y volvió a sentirse alegre, se atrevió a volver a
ver la fuente. Y desde lejos pudo oír los alegres cánticos de los peces de
colores, que saltaban y bailaban en las cristalinas aguas de aquella fuente
mágica. Y así supo que la tierra volvía a estar alegre, y él mismo se sintió de
verdad alegre.
ACTIVIDAD:
Después de la lectura, realice un collage sobre “La
Tierra” o el Medio Ambiente